La radiotelefonía como agente comunicacional de masas.
Luis Antonio Gamboa B.
Periodista, Magister en Ciencias de la Comunicación
La radiotelefonía, una palabra que con el paso de los años sufrió la supresión de dos de sus términos. Tele y fonía, quedando solamente como radio. En su esencia significa: sistema de comunicación telefónica sin hilos, que utiliza las ondas radioeléctricas o hertzianas para la transmisión de señales.
Interesante es aclarar que al referirse a “comunicación telefónica sin hilos” es que la señal se emite por el aire, de ahí que, a la entrada de los locutorios, sobre el dintel de la puerta se ubicaba una luz roja con una lectura “en el aire”, lo que significaba que al estar encendida había que mantener el silencio, dado que, se encontraban transmitiendo.
La señal que se emitía la recepcionaba un amplificador, que acto seguido la enviaba a una antena sobre la emisora o en una antena exterior; esa señal viajaba por el aire, llegando a la planta transmisora, que se encontraba en sus inicios fuera del radio urbano a cargo de un operador, llamado plantero. De ahí la señal era procesada por un transmisor de 10, 50 y hasta 100 Kilowatts y que tenía una altura de aproximadamente 100 metros. Desde ahí la señal viajaba como una saeta a los receptores en amplitud modulada (AM) o en frecuencia modulada (FM).
Al inicio la radio transmitía a dos hilos, que significa que sólo podía enviar señal; no podía obtener respuesta ni interactuar con el público o con alguien que hiciera un despacho fuera del estudio. Con el paso del tiempo aquello mejoró y se procedió a transmitir a 4 hilos: enviaba y recibía.
Cabe recordar que centrado en este concepto, el canadiense Marshall McLuhan, destacado académico y, además, reconocido como uno de los fundadores de los estudios sobre los medios, acuñó a fines de los años sesenta el término “aldea global”, cuyo fin era poder describir la interconexión humana a escala global generada por los medios electrónicos de comunicación donde se ubica “la radio”.
Sin lugar a duda, la radiotelefonía ha desempeñado un papel crucial como “Agente Comunicacional de Masas” a lo largo de la historia. Desde su invención en 1879, en noche buena, Reginald Fessenden, transmitió desde la localidad de Brant Rock, Massachusetts, Estados Unidos, la primera señal auditiva de la historia.
Hubo que esperar hasta 1910, para que los ingenieros lograran perfeccionar la señal y poder transmitir de mejor forma. Desde esa primera década de inicios del siglo XX, la radio ha sido una forma popular de transmitir información, entretenimiento, música y noticias a grandes audiencias del mundo entero.
La radio ha tenido la capacidad de llegar a una audiencia masiva, a diferencia de otros medios de comunicación, como la prensa o la televisión, dado que es transportable, lo que permitió a las radioemisoras estar presentes en muchos hogares, automóviles y lugares de trabajo.
Esa amplia accesibilidad contribuyó a su popularidad y, además, gracias a su capacidad para llegar a audiencias de diversas clases sociales, culturales y regionales, su inmediatez, fue, es y será altamente valorada por el público.
Como se puede observar, cada autor da un enfoque o definiciones sobre un punto específico, como bien lo plantea Ángel Faus Belaus (2001), quien entiende por comunicación radiofónica, un producto escuchado a través del receptor que es únicamente comprensible e identificable en función de la capacidad de restitución del contenido semántico de los mensajes que tiene la grabación, por un lado; y la radio, por otro, puestos en relación con el cuadro de referencias culturales y de experiencia del oyente.
Diversidad de contenido
La radio en Chile ofrece una amplia variedad de contenido, destacándose aquellas emisoras especializadas y que se centran en géneros musicales específicos, como rock, pop, música clásica, rancheras (que son superventas), entre otros, lo que permite a los auditores encontrar una programación acorde a sus preferencias.
Cobertura geográfica
La radio en Chile ha logrado una amplia cobertura geográfica, llegando a zonas urbanas y rurales en todo el país. Esto ha permitido que la radio sea accesible para una gran cantidad de personas, incluso en áreas donde otros medios de comunicación pueden tener limitaciones.
Programación local y regional
Aunque en nuestro país los trabajadores de radios suelen seguir los modelos centralistas como lo que se emite desde la Región Metropolitana, muchos se cuelgan de la señal santiaguina y actúan como filiales por el impacto mediático que tienen algunas figuras de las llamadas radios grandes. Otras ,en cambio, se encargan de la difusión de noticias y temas relevantes para cada zona. Aquello ha contribuido a fortalecer la identidad local y promover la participación de la comunidad en la radio.
Una de las diferencias y que llama mucho la atención de quienes visitan localidades muy apartadas de nuestro país, por ejemplo, en zonas australes, se suelen escuchar mensajes personalizados a través de la radio,
“…a la Sra. Juanita del almacén, “Baratillo” su sobrina Isabel avisa que la esperen en el embarcadero, llega en el Ferry de las 17:00 horas. que vayan en la camioneta, porque trae dos quintales de harina.”
Pluralidad de emisoras
A nivel mundial la radio ha experimentado una gran diversidad de emisoras y formatos. Cada país tiene su propia realidad radiofónica con estaciones públicas, comerciales y comunitarias, que ofrecen programación variada y adaptada a las preferencias locales.
Tendencia a la digitalización
En muchos países, incluyendo Chile, la radio ha seguido la tendencia hacia la digitalización. La transmisión en línea y la radio online han ganado popularidad, permitiendo a los oyentes acceder a la programación a través de internet y dispositivos móviles. Ello ha ampliado el alcance de la radio y ha brindado nuevas oportunidades de interacción con la audiencia.
Participación de la audiencia
La radio a nivel mundial ha promovido la participación de la audiencia a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, redes sociales y otros medios interactivos. Los programas de radio suelen incluir secciones donde los auditores pueden hacer preguntas, compartir opiniones y participar en concursos, lo que según algunos ha fortalecido el vínculo entre la radio y su audiencia, (desde nuestra perspectiva ha empobrecido la programación.)
Durante la última década, la AM ha presentado una baja considerable, desapareciendo el 50% de ellas; la tecnología las ha marginado al no incluirlas en teléfonos celulares, equipos modulares de última generación y automóviles, por citar algunos.
Un considerable porcentaje de radiodifusores apostaban a la digitalización pensando que a través de esa tecnología podían abaratar costos, mejorar el sonido y no depender del espectro radioeléctrico, dado que, a mayor potencia, mayor gasto.
Durante los últimos años, la mayoría de las radios en AM ha incursionado en la señal online; es como una vuelta al pasado, como si hubiesen activado la Onda Corta, que permitía a las radios dar la vuelta al mundo con dicha señal.
Los actuales radiodifusores no consiguen financiar su emisora, viéndose en la necesidad de arrendar espacios a vendedores de productos naturales, iglesias evangélicas, entre otros, que se valen del prestigio histórico de algunas estaciones de radio para promocionar en ellas, dada la alta influencia en la opinión pública debido a su inmediatez, fácil acceso, alta frecuencia de los mensajes, por citar algunas características.
Esta práctica obligada ha llevado a las radios AM a convertirse en un mal sitio, afectando del mismo modo a sus audiencias, que son las que les permitían estar en lugares de vanguardia en las encuestas.
Los medios de comunicación contribuyen a la construcción de la realidad social. Desde la prensa, el cine, la radio y la televisión, por su amplia difusión han sido medios que se han añadido a las instituciones que tradicionalmente habían proporcionado los elementos de comprensión de la realidad, como la familia, la escuela o la religión, generando un fuerte impacto en la construcción de los imaginarios sociales, grupales e individuales (Comas, 2008:180).
Con los antecedentes expuestos se puede reflexionar sobre la forma principal de comunicación que tienen las diferentes radios en ambas bandas, entiéndase AM y FM. Este planteamiento se realiza en el marco de la teoría de la comunicación, que tradicionalmente ha considerado como funciones básicas las de informar, educar y entretener.
Otro punto muy importante por considerar es que las personas mayores tienen derecho a tener una vejez activa y participativa a formar y mantener redes (familia, comunidad, grupos de interés), a recibir información sobre las políticas y programas, y sobre el contexto nacional y regional en que se implementan.
Al igual que en cualquier otra etapa de la vida, en la vejez las personas también necesitan ser escuchadas en plantear sus necesidades y problemas, al proponer iniciativas y soluciones a sus dificultades, etc.
Los adultos mayores están sujetos a muchos riesgos físicos, sicológicos y sociales; es por eso que dentro de los diversos objetivos específicos de la Política de Envejecimiento está considerado el acrecentar las oportunidades que tienen las personas mayores para participar en actividades sociales, recreativas y productivas.
Respecto a lo anterior, la radio ofrece interesantes alternativas de difusión, orientación, prevención, etc., que permitiría a este segmento de la tercera edad que va en crecimiento una mayor atención, abrir espacios para ellos.
Este es un tema de suyo importante, si no existe de parte de los auditores un proceso de producción de sentidos y significados a los múltiples mensajes recibidos.
La radiotelefonía enfrenta cambios de paradigmas sin precedentes. Un país como Noruega, ya se atrevió a apagar la señal FM, mientras que por otro lado existen profesionales que trabajan en los medios y otros que imparten docencia en las instituciones de educación superior.
Muchos miran desde una óptica de romanticismo y nostalgia los procesos y desarrollos tecnológicos; es por ello, que “más de una decena de investigadores y docentes de radio en Latinoamérica se han puesto en la tarea de preguntarse sobre la realidad de las radios AM en la región y a partir de un cuestionario de preguntas, el presente estudio indaga sobre distintas visiones en relación a si la banda AM, continúa o desaparece.
Los resultados están divididos, pero en general no son muy halagüeños.