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Ciencia

Publicado por Citerior Marzo 29, 2018

La Cuarta Revolución Industrial.

Por Patricio Aravena Briceño.

La palabra revolución, indica un cambio abrupto y radical. Las revoluciones se han producido a lo largo de la historia, cuando nuevas tecnologías y formas novedosas de percibir el mundo, desencadena un cambio profundo en los sistemas económicos y las estructuras sociales.

Hasta finales del siglo XVIII las producciones humanas se movían gracias a las fuentes de energía que se obtenían del fuego, la fuerza del hombre y otros animales como el caballo, la mula, el buey y similares que eran posibles domar y domesticar, también del viento y el agua. Recordemos la importancia del viento en la navegación a vela y los molinos, los que también se movían con la fuerza del agua. El invento del escoces James Watt, que consistió en lograr el real aprovechamiento de la energía del vapor, dio origen a la primera revolución industrial. Los talleres se transformaron en grandes fábricas y nació el concepto de obrero industrial e ingeniería industrial. Las fábricas dependían de flujos continuos de agua y combustible por tal razón se construían cerca de los ríos.

El descubrimiento del gas y el petróleo como nuevos combustibles al igual que la electricidad que no necesita almacenarse, permitió a los motores eléctricos emerger como una nueva fuerza motriz y que fueron la base para que se produjera la segunda revolución industrial a principios del siglo XX. Ya no era necesario construir las fábricas junto a los ríos, y la productividad, así como la diversidad industrial, se incrementaron de manera insospechada.

Hacia la mitad del siglo XX y con el desarrollo de los computadores u ordenadores gracias al desarrollo de los semiconductores, la computación mediante servidores, la informática personal e Internet, todas estas tecnologías de la información y la comunicación, dieron lugar a la sociedad de la información y fue el desencadenante de la tercera revolución industrial, etapa en la que se encuentran aún, la mayoría de los países.

Se cree que hoy nos encontramos en los albores de la cuarta revolución industrial, que habría comenzado al inicio de este siglo, tomando como base la revolución digital, gracias a una internet más ubicuo y móvil, sensores más pequeños y potentes, el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje de la máquina (robótica). Si bien la tecnología digital posee en su núcleo hardware, software y redes que no son nuevas, a diferencia de la tercera revolución industrial, hoy son cada vez más sofisticadas e integradas y están transformando las sociedades y la economía mundial.

Producto de estas transformaciones, comenzaran a aparecer como ya lo han hecho, disruptores e innovadores como por ejemplo Uber y Alibaba. Disruptores porque han realizado unidades de negocios fuera del esquema de empresa tradicional, pero innovadores por cuanto utilizan las plataformas digitales de información, para vender servicios y bienes. Uber no es dueña de ningún vehículo, sin embargo es dueña de un muy buen servicio de transporte de pasajeros, que le genera grandes utilidades.
Otro gran avance, que nos indica la existencia de una cuarta revolución industrial, es el desarrollo de la inteligencia artificial que está comenzando a aparecer en nuestra vida, desde vehículos que se conducen solos (Línea 6 de metro de Santiago), drones, asistentes virtuales y software de traducción. La IA ha logrado un gran avance gracias al aumento exponencial de la capacidad de cómputo y disponibilidad de grandes cantidades de datos (Big Data). Muchos de estos robot aprenden del rastro que dejan nuestros datos en el mundo digital, lo cual da como resultado nuevos tipos de “aprendizaje de máquina” y el descubrimiento automatizado les permite a los robots y ordenadores inteligentes, auto programarse y obtener soluciones optimas, a partir de principios básicos.

Hoy el reconocimiento de voz y la IA están progresando muy rápido, hablarles a los ordenadores se convertirá muy pronto en algo normal, ellos serán asistentes personales robotizados que estarán constantemente disponibles para tomar notas y responder las consultas de los usuarios. Nuestros dispositivos se convertirán en parte de nuestro ecosistema personal, escuchándonos, previendo nuestras necesidades y ayudándonos cuando sea necesario, aunque no se lo pidamos.

ROBOT, ANDROIDES, GINOIDES Y ETICA

Un Robot es una maquina automática programable, capaz de realizar operaciones de manera autónoma y sustituir a los seres humanos en tareas pesadas, repetitivas, peligrosas y de precisión.
Androide y Ginoide es un robot u organismo sintético antropomorfo, que además de imitar la apariencia humana, emula algunos aspectos de su conducta en forma autónoma. Respecto de este tipo de robots existe entusiasmo y escepticismo por cuanto se ha podido demostrar que para algunas tareas la forma humana tiene ventajas, pero para otras no es necesario y es más, resulta un estorbo.
Ahora bien, detengámonos un instante y realicemos industria ficción, entendiendo que la realidad siempre supera a la ficción, supongamos que la IA tiene un desarrollo exponencial como se espera que suceda y ella es integrada en un androide para que realice tareas muy similares a la de los seres humanos. Cuándo este ente, cometa un error que se catalogue como culpa o dolo, según la ley humana, ¿quién será el culpable? ¿El que lo adquirió, el que lo fabricó o el que lo programó?
Pero vamos un poco más allá, si el androide o ginoide tiene interacción educativa con niños pequeños, quienes hayan programado estos aparatos, tienen una escala de valores lo suficientemente sólida como para insertarlo en el sistema operativo del ente, quien decidirá que valores deben ser incorporados y cuáles no.
Según National Geographic, el gobierno de Corea del Sur está redactando un código de ética para evitar que los humanos abusen de los robots y viceversa. Incorporará los principios éticos para usuarios y fabricantes, así como las normas éticas que deben ser incorporadas en la programación de los androides. Seguramente va a incorporar las tres leyes de la robótica, formuladas por Isaac Asimov en su libro Circulo Vicioso publicado en 1942, donde señala:

  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes, entrasen en conflicto con la primera ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, en la medida que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley.

Esta revolución generará nuevos empleos, para aquellos que posean las capacidades y formación adecuadas, y será también, un desafío para los gobiernos y las empresas, el de formar la fuerza laboral del futuro y al mismo tiempo ayudar a los trabajadores de hoy, para que se capaciten y puedan integrarse a los nuevos modelos de negocios, que se desarrollarán como consecuencia de la integración de redes inteligentes y utilización de los datos almacenados en los Big Data.

No hay duda que los robots han ayudado a la humanidad y lo seguirán haciendo de modo creciente, transformando nuestra forma de hacer las cosas, nuestras vidas y necesidades, reemplazando al ser humano en tareas tediosas y pesadas, esto podría traer como consecuencia la perdida de muchos empleos, por tanto, se debiera sumar la conciencia de los empresarios sobre el rol social que desempeñan en las comunidades donde están emplazadas sus industrias, manifestándose a través del apoyo solidario, a aquellos trabajadores que no podrán incorporarse a la nueva fuerza laboral.