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Cultura

Publicado por Citerior Agosto 9, 2019

Homo Deus: “Las nuevas tecnologías matan a los dioses antiguos y dan a luz a otros”.

EL ANÁLISIS SOCIAL DE  YUVAL NOAH HARARI

Jorge Acevedo Gerónimo – Ingeniero

Este intelectual nació en Haifa, Israel en 1976. Se crió en el seno de una familia laica de judíos sefardíes libaneses con raíces en Europa del este. Se doctoró en la Universidad de Oxford en 2002 y se especializó en historia del mundo, medieval y militar.

Sus actuales investigaciones se centran en preguntas macrohistóricas, como la diferencia esencial entre el homo sapiens y otros animales; el concepto de justicia aplicado en la historia; si la historia conoce algún rumbo; o la felicidad de la gente en relación al desarrollo del tiempo histórico.

Yuval Noah Harari es autor de numerosos libros y artículos; su escritura es universal. Da clases magistrales por todo el mundo. Se ha caracterizado por explicar claramente los procesos políticos, sociales y culturales. Sus pensamientos y reflexiones históricas y filosóficas con relación a la sociedad contemporánea se encuentran reflejadas esencialmente en tres libros: “Sapiens. De animales a Dioses”, “Homo Deus. Breve historia del mañana” y “21 lecciones para el siglo XXI”.

En Homo Deus. Breve historia del mañana,(2016), Harari centra su mirada para ver hacia dónde camina nuestra sociedad contemporánea; se adentra en los grandes proyectos que la humanidad enfrenta en el siglo XXI.

Lo que nos hizo sapiens nos hará dioses; el ser humano ha alcanzado un poder sin precedentes y un estatus cuasi divino. Los grandes problemas del pasado: el hambre, las enfermedades y la guerra, ya no controlan nuestras vidas.

Somos la única especie en la historia que ha cambiado el planeta por sí sola, y ya no podemos culpar de nuestro destino a un ser superior. Pero ahora que los dioses se retiran y el Homo Sapiens se convierte en Homo Deus,: ¿Qué haremos con nuestro futuro? ¿Qué proyecto podemos adoptar sin que nuestra especie, y el planeta entero, excedan sus límites y posibilidades?

Harari, examina los efectos de nuestra mejorada condición, desde la insistente busca de prestigio y felicidad ( de Animales a Dioses) al reto permanente de derrotar a la muerte, ampliando las fronteras de la ciencia.

También, explora cómo el Homo Sapiens conquistó el mundo, cómo creó el entorno homocéntrico actual, nuestra situación actual y el futuro posible. Y hace, sobre todo, preguntas fundamentales: ¿hacia dónde nos dirigimos ahora? y ¿cómo protegeremos este frágil mundo de nuestra propia capacidad destructora?

Si la guerra es algo ya obsoleto, es más probable quitarse la vida que morir en un conflicto bélico; la hambruna está desapareciendo, es más habitual sufrir obesidad que pasar hambre, y la muerte es solo un problema técnico: adiós igualdad, hola inmortalidad; entonces, ¿qué nos depara el futuro?

Harari augura un mundo no tan lejano en el cual nos enfrentaremos a una nueva serie de retos.

Homo Deus explora los proyectos, los sueños y las pesadillas que irán moldeando el siglo XXI, desde superar la muerte hasta la creación de la inteligencia artificial. Porque: cuando tu “Teléfono inteligente” te conozca mejor de lo que te conoces a ti mismo, ¿seguirás escogiendo tu trabajo, a tu pareja y a tu presidente? Cuando los cuerpos y cerebros sean productos de diseño: ¿Cederá la selección natural el paso al diseño inteligente? Esto es el futuro de la evolución.

El profesor Harari piensa que la neurociencia está contribuyendo a eliminar el concepto tradicional de “alma” y de “mente”, mientras que ya es posible localizar la “rúbrica de la conciencia” en el cerebro de humanos y animales, cuestionando la tradicional “superioridad humana”.

Sin embargo, no cree que el saber científico pueda sustituir a la religión, sobre todo cuando se trata de tomar decisiones éticas y ordenar sociedades.

Al final de la historia de esta escatología tecnológica, Harari profetiza un mundo que habrá erradicado la subjetividad, suprimido el mundo espiritual y desbancado al hombre de su puesto central en el cosmos.

En la consumación de los tiempos se revelará que “el individuo no es más que una fantasía religiosa” y la realidad será meramente “una malla de algoritmos bioquímicos y electrónicos sin fronteras claras, y sin núcleos individuales”.

En la actualidad, el algoritmo es un concepto con poca aplicación fuera de un contexto matemático, y probablemente semidesconocido para la mayoría de las personas y que, sin embargo, de aquí a no demasiado tiempo puede convertirse en un vocablo que utilizaremos tantas veces como utilizamos hoy, por ejemplo, Internet.

¿Por qué el hombre siempre se ha creído con derecho a ir un paso por delante del resto de animales? ¿Son nuestras experiencias realmente más valiosas que las que pueda tener un perro o un caballo?

Al origen de las especies se remonta el autor para, tras abundar de manera prolija en estas reflexiones, llevarnos a su aplicación al mundo actual. Y una vez comprendido, a grandes rasgos y desde este prisma, al mundo actual, tratar de vislumbrar lo que podría pasar cuando la revolución tecnológica sea una realidad aún mayor de lo que ya ha supuesto para nuestra especie.

Harari pone bajo sospecha cosas que la mayoría de nosotros tenemos muy interiorizadas, como el alma o el libre albedrío.

Y ello le sirve para, en definitiva, dudar de que el homo sapiens sea verdaderamente tan ‘sapiens’, o de que vaya a seguir siéndolo eternamente.

 Más bien los pasos nos llevan hacia un homo deus, un ser superior desarrollado a través de diferentes tipos de ingenierías, que hará las cosas que hacemos hoy de una forma que no podemos alcanzar ni a imaginarnos.

Resulta especialmente inquietante, en este dibujo futurista, la más que probable implantación del pleno desempleo. Cuanto más especializado es un trabajo, más fácil es la sustitución del humano que lo realiza por un algoritmo, mucho más avanzado y perfecto que él, y como así son la mayoría de los trabajos que hoy realizamos, su automatización podría generar una clase inútil que, según este texto, quizá podrá ser mantenida por la variedad de recursos tecnológicos disponibles, pero que tendrá que ocupar el tiempo de alguna manera, lo que resulta toda una incógnita.