El Plebiscito.
“No hay camino hacia la paz; la paz es el camino”
Mahadma Ghandi
El Plebiscito.
Manuel Osses Montesinos – Director del Portal Citerior
El domingo 25 de octubre próximo se realizará el plebiscito nacional 2020 aprobado el 15 de noviembre del año pasado en el Parlamento, por la mayoría de los partidos políticos.
La consulta que el plebiscito le hace a la ciudadanía es la siguiente:
- ¿Quiere Ud. una Nueva Constitución?
- Apruebo
- Rechazo
- ¿Qué tipo de órgano debería redactar la Constitución?
- “Convención Mixta Constitucional”, integrada en partes iguales por miembros elegidos popularmente y parlamentarias o parlamentarios en ejercicio.
- “Convención Constitucional”, integrada exclusivamente por miembros elegidos popularmente.
La ciudadanía tendrá la gran oportunidad cívica de intervenir históricamente en la elección de un sistema que permita estructurar el basamento de su propia organización como estado republicano en sus diferentes tópicos.
La Prensa, los Medios de Comunicación, las herramientas analíticas digitales y los indicadores estadísticos señalan un excepcional interés de la población por adquirir instrucción cívica sobre la Constitución y el plebiscito nacional.
La relevancia de este comportamiento representa el despertar de la conciencia cívica del pueblo chileno como premonición optimista de la tan anhelada paz social a la que aspiramos todos quienes apostamos por un país mayor en un futuro no tan lejano.
El estallido social del 18 de octubre 2019 puede tener partidarios y detractores, pero lo que no se puede discutir es que posterior a su ocurrencia surge la idea de Plebiscito como una alternativa democrática pacífica para resolver los conflictos que generaron inestabilidad en la convivencia nacional.
Si la participación ciudadana se expresa mayoritariamente, estaríamos asistiendo a un trascendente proceso histórico de entendimiento cívico nacional, independiente del resultado final del escrutinio.
Legitimar pacíficamente el resultado de esta consulta popular implica respaldar el cumplimiento del rol del Estado para velar por el acatamiento de la ciudadanía, a dicho resultado, permitiendo que las instituciones estatales funcionen para que, través de sus tres poderes, se establezca un mejor equilibrio entre el cumplimiento de los deberes y derechos de cada ciudadano en tanto se perfeccione nuestro sistema democrático en un escenario libre, respetuoso, tolerante y digno.
