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Editorial

Publicado por Citerior Marzo 8, 2021

EL AGENTE TOPO: El miedo y la soledad de los “viejos”

Los hogares de ancianos constituyen un tema latente en nuestra sociedad moderna. Llamados eufemísticamente “personas en la tercera edad, adultos mayores” u otras denominaciones piadosas que ofrece el lenguaje retórico moderno, lo cierto es que la senectud, los” viejos “, esconden su propia cruda realidad y en algunos casos,- ( muchos casos),-  desnudan la degradante condición de vida que les acompaña hasta el final de sus vidas.

Hay estadísticas y estudios que abordan esta compleja situación y que grafican el fenómeno en toda su magnitud. Los progresos en la industria farmacológica, entre otras variables, han posibilitado la extensión de las expectativas de vida de la población, y con ella, la irrupción de este delicado fenómeno social.

Sin embargo, la manera más eficiente de tomar conciencia de esta situación es de proveerse de un lente, de una cámara, que refleje lo que hay. Enfocar el lente y obturar el dispositivo, para reflejar lo que se ve, simplemente, sin mayores filtros.

Es lo que hizo una documentalista chilena que decidió meterse en este mundo de imágenes profundas, y a través de un relato de ficción, contar una historia simple: un detective privado ( 80 años) recibe el encargo de “infiltrarse” en un hogar de ancianos (comuna de El Monte, Chile) para averiguar, sin levantar sospechas, si la madre de un cliente es maltratada por el personal de la residencia.

Es decir, un” agente topo”, escarbando en el anonimato. Surge un relato sorprendente, en que se mezcla la realidad con la ficción, ya que la cámara puede acompañar a los ancianos en su rutina diaria, sin que ellos se enteren necesariamente que sus movimientos están siendo registrados.

La cineasta ha declarado,- ciertamente,-que los residentes y sus familiares fueron informados con anterioridad del trabajo fílmico. No obstante ello, el experimento resulta estremecedor para una audiencia masiva ( el film se muestra actualmente en Netflix), y particularmente en los niños.

Recientemente, la directora del documental declaró que se alegraba de haber hecho visible la realidad de los ancianos a los más pequeños. Dijo: “Se dan cuenta de que los mayores están tan aislados, que ya no son parte de su visualidad cotidiana”

En rigor, las imágenes de la historia reflejan no sólo soledad, sino también desamparo, miedo. Miedo a lo desconocido, al devenir incierto que se avizora si una sociedad no enfrenta, oportunamente, el desafío de construir una política global que se haga cargo de la problemática que envuelve la existencia de los adultos mayores.

El documental en comento, con su lente escrutador, viene a remecer, a actualizar la urgencia de ocuparse frontalmente del bienestar de aquellos que transitan los últimos espacios de su existencia.

Paulino Ramírez Quintana

Director Portal Citerior