Crónica de los Eclipses en la Araucanía
Edgardo Hidalgo Callejas
Editor Portal Citerior, desde Villarica
La salud y su propio eclipse en la sociedad lacustre
La salud, merced a la pandemia que empezó en Wuhan, China, comenzó su propio eclipse en enero del 2020 y fue, de igual forma que el eclipse astronómico, disminuyendo la luz de la vida social, de la salud, del área laboral, y la economía del mundo y, por supuesto, también de la zona lacustre del sur de Chile.
El país empezó a prepararse para un evento que traería más de 500 mil personas entre turistas, científicos y periodistas de todo el mundo, con mucho optimismo desde el 2019. Para julio del 2020, ya los ánimos estaban en franca decadencia, el turismo había muerto y los hoteles y restaurantes habían bajado casi a cero.
El Covid 19 ya oscurecía el 80 % de la “luz de la actividad nacional” y los gobiernos regionales y el Ministerio de Salud, con su ministro Enrique Paris, tomaban fuertes medidas de confinamiento y limitación a la circulación de la población. El clima anímico seguía en franca declinación: diciembre estaba perdido para el rubro turismo; ahora había que pensar en salvar el verano.
La umbra del Covid 19 en esos meses invernales era total. En noviembre se unieron los hoteleros y restaurantes de Pucón y por redes sociales y televisión manifestaron sus aprensiones laborales y económicas. Municipalidades de la zona a veces coincidieron en sus posiciones, en otras discreparon fuertemente.
Ya la oscuridad era total y equivalía a los 2 minutos 3 segundos en que la Luna cubriría totalmente al Sol; los homo sapiens confundidos se reunían y hacían declaraciones por prensa y TV, cada uno buscando su posición más beneficiosa, como lo estarían haciendo también la fauna de aves y animalitos, tras el inesperado oscurecimiento del eclipse total.
Así las cosas, los lugareños no querían a los intrusos turistas que aumentarían el riesgo de propagación de la pandemia; muchos comerciantes estaban contentos del aumento de sus ingresos con la llegada de turistas y el aumento de sus ventas, que eran un respiro a sus penurias económicas.
Y por su parte, los Alcaldes tratando de salvar sus propios intereses políticos. El Austral de Temuco (diario regional) titulaba el 11 de diciembre: “ Autoridades refuerzan los controles por el eclipse” .
La vacuna, tan largamente anunciada, seguramente equivaldría “al anillo de diamantes” del eclipse astronómico, (el momento que la Luna deja pasar el primer rayo de Sol).
En salud, sería el momento que la población empezara a vacunarse. Se esperaba que a partir de ese minuto se iniciaría una recuperación hasta ver el cielo laboral, social, educacional y económico totalmente iluminado nuevamente.
Pero Chile no es un país predecible si observamos que el 37 % de la población no quiere vacunarse, cifra que no sintoniza con los esfuerzos del Gobierno, el cual ya tiene conversaciones avanzadas para convenios con Pfizer, BioNTech, Sinovac-Oxford, Astra Zeneca, y Janssen, las principales 4 empresas farmacéuticas.
Por fin, llegando a diciembre, se implementaron medidas sanitarias para proteger esta zona de posibles aumentos de la contaminación pandémica, una de las más altas del país. Al 12 de diciembre, Temuco tenía 6.331 enfermos activos, Villarrica 955, Pucón 311, Padre las Casas 1.397, Angol 1379, etc.
Estas medidas chocaron fuertemente con los sectores que quisieron aprovechar el eclipse para mejorar sus ingresos con el ocasional turismo. El eclipse físico, así, pasaba a segundo plano ante las medidas sanitarias, enfrentadas a las medidas políticas en pro de mejorar los niveles económicos tan “alicaídos”.
La mirada mapuche
Un párrafo aparte merece considerar la opinión del pueblo mapuche que cubre principalmente el territorio de La Araucanía y también zonas de Neuquén y Río Negro en Argentina.
Al eclipse ellos lo llaman “Lay antü” y significa “la muerte del Sol”.
La figura del Sol les merece el máximo respeto: es su muerte temporal y un cambio importante. El eclipse total es mirado como un mal presagio porque el Sol pierde su lucha (“malonji ta antü= vinieron a tapar el sol”); a diferencia del eclipse parcial en que el Sol (Antü) gana su batalla y permanece vivo, alumbrando la Tierra, lo que para ellos significa un presagio positivo.
El sol en cada amanecer regala un nuevo día y bendiciones a la naturaleza y los hombres. Su “muerte “es negativa para este pueblo, pero ellos aclaran que lo negativo no siempre es malo: “es un componente más para el equilibrio necesario” ( itrofilmongen, que significa el “equilibrio de todas las vidas sin excepción”).
El hecho de que el eclipse pase por todo el territorio de la tierra mapuche es porque “la tierra tiene enojo” (yafkaley mapu). Las localidades mapuches más integradas a la cultura “chilena” van perdiendo sus tradiciones y por tanto este hecho ya no tiene la connotación de siglos anteriores, en que se hacían rogativas y ceremonias (Nguillatun). Finalmente, debemos comprender que también hay otras formas de saberes y merecen igualmente el respeto.
La política:
El gobierno del Presidente Piñera viene bajando en las encuestas a niveles críticos, 7 % en la primera semana de diciembre (encuesta de “Criteria Research”). Este es el más bajo de todo su mandato. Tomar medidas oportunas y eficientes debería ser la mejor forma de superar esta desaprobación nacional.
Pero, por otra parte, están divididas las opiniones en relación con las medidas de restricción social, como lo es la prohibición de ingreso a la zona del eclipse, ya que los empresarios de turismo –hoteles y restaurantes- ven la oportunidad de mejorar sus ingresos con la presencia de la “gran ola de foráneos” que provocaría el evento del eclipse astronómico.
Los sectores de gobierno en el área de la salud se inclinaron por las restricciones. Las municipalidades de la zona fueron consecuentes con las medidas tomadas por el ministerio de Salud, pero no todas. Mirando a largo plazo, ellos quisieron proteger el turismo del verano que dura 3 meses, sacrificando el eclipse solar que sólo activa la economía por una semana. La zona lacustre concentra el 75 % de las 25 mil camas registradas como ”oferta hotelera” de toda la región de La Araucanía.
A partir del jueves 10 de diciembre, el gobierno central decretó restricciones al tráfico vehicular entre ciudades. En la zona lacustre no se permitió entrar a Villarrica, ni pasar a Pucón, tampoco seguir a Curarrehue, ni de Villarrica hacia Lican Ray y Liquiñe.
Se pusieron controles para impedir que el ingenio de los “chilenos y chilenas“, no obstante la prohibición, insistieran en llegar por cualquier medio. Todo ello con el objetivo de impedir que los malos índices de contaminación aumentaran en la zona, la cual hacia pocas semanas había estado en cuarentena. En esos días era obligatorio obtener un permiso extendido por la Comisaría virtual de Carabineros para salir a la ciudad a efectuar compras de primera necesidad, y por sólo 2 veces por semana.
Medidas encontradas entre la política, por una parte, y los temores y restricciones en el ámbito de la salud, finalmente fueron el marco en el que se presentó el eclipse astronómico. La ocupación hotelera en los días previos al eclipse fue finalmente de un 50%, según Sernatur.
Recorrido de la umbra de oeste a este
En cada lugar, el eclipse duró 2 horas ,49 minutos en total. Se empezó a ver a las 11,37 minutos en la isla Mocha. La umbra en Villarrica fue a las 13.03 durante 2,03 minutos. Finalmente, su salida duró 86 minutos más hasta descubrir totalmente al Sol. Coñaripe fue la ciudad chilena que lo despidió a las 14,32 horas.
La Luna puede cubrir al Sol porque están a distancias diferentes de la Tierra; el Sol, muy grande pero muy lejano, puede verse más pequeño que la Luna permitiéndole a ésta cubrirlo en el cielo, visto desde la Tierra.
El Sol, puestos uno al lado del otro, es 29 millones de veces más grande que la Luna. La distancia desde la Tierra al Sol oscila entre 368 a 420 veces más que la distancia a la Luna, la cual está en promedio a 384,400 kms de la Tierra. En consecuencia, es una apreciación de perspectiva: un objeto grande pero lejano lo vemos más chico que lo real.
El eclipse total- umbra- cubrió una franja de unos 100 kilómetros de ancho, que se desplazó por la superficie de Chile de mar a cordillera ,debido al movimiento orbital de nuestro satélite en torno a la Tierra.
Pero a cada lado de esta franja de oscurecimiento total (entre 2 y 3 minutos solamente) hubo una zona de miles de kilómetros de ancho en que la Luna cubrió parcialmente al Sol.
En el momento que la Luna tapó totalmente al Sol se vio un círculo negro, la Luna, y a su alrededor un círculo exterior brillante que llaman “corona solar” producido por un plasma a varios millones de grados de temperatura.
Unos minutos después, se apreció un punto brillante (“anillo de brillante”) y corresponde al momento que los primeros rayos del Sol empiezan a salir por el extremo opuesto.
Es otro momento fascinante y único. La oscuridad es total en la zona (umbra) con los animales y pajaritos dispuestos a iniciar el sueño nocturno y que desconcertados después ven como “la noche” fue demasiado corta, porque un nuevo amanecer ha comenzado. Todo esto mientras la gente aplaude, grita y salta de contenta, comentando este acontecer y deseosa de compartir tanta alegría. La tolerancia y la solidaridad, por unos momentos al menos, invaden los corazones que en otras circunstancias no lo harían.
En Chile, desde su independencia, se han visto 15 eclipses; más el de La Araucanía este año 2020, suman en total 16.
El primero fue en Tierra del Fuego (extremo sur) el 24 de marzo de 1811. El segundo fue en Visviri (extremo norte cordillerano) el 27 de julio de 1813.Entre La Serena y Chillán se han visto 7 eclipses a lo largo de sus vidas como territorio chileno. El próximo eclipse se verá en Chile en el año 2048.
El eclipse no fue solamente un acontecimiento de la física y la astronomía en la zona lacustre (800 kilómetros al sur de Santiago), sino también un hecho social permeado fuertemente por la pandemia, que se constituyó en un gran eclipse simbólico, con el Gobierno nacional y Regional tratando de salvar la vida laboral y económica que el eclipse del Covid 19 producía.
El clima caprichoso e impredecible de la zona sur del país fue finalmente protagonista principal que frustró a más de 250.000 turistas, científicos y medios de comunicación que llegaron con la esperanza de ver, estudiar y comunicar este hecho sorprendente de la astronomía.
El eclipse de la vida nacional provocado por un agente viral y el eclipse astronómico se enfrentaron por el protagonismo.
Sin embargo, fue el clima de la región al final quien decidió si se podría verlo. En las zonas que amanecieron nubladas y neblinosas tan solo se apreció el momento de la oscuridad total, siendo limitada la posibilidad de haber visto completo un fenómeno único que la astronomía quiso regalarnos.