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Actualidad

Publicado por Citerior Septiembre 26, 2020

5G: ya viene la Internet de las Cosas

La revolución e impacto de la red 5G

Patricio Hernández Nawrath

La llegada de la tecnología 5G no es más que la implementación de una red móvil de quinta generación pero que, a diferencia de las anteriores, permite multiplicar la capacidad de transmisión de datos, así como la capacidad de dispositivos interconectados.

A juicio de algunos expertos en la materia, esta nueva red supone una auténtica evolución tecnológica, que permitirá, entre otras tantas cosas, la existencia cada vez más común de las operaciones quirúrgicas asistidas a distancia, la incorporación de flotas de vehículos autónomos y se esperan grandes avances en materias agrícolas a través del manejo de maquinaria remota.

En términos estrictamente digitales, la nueva red permitirá navegar a una velocidad cercana a los 10 Gb (gigabytes por segundo), cifra que implica un crecimiento de al menos 10 veces con las actuales “banda ancha” que se ofrecen en el mercado local, donde aún se habla de conexiones de Megabytes, siendo imposible contar con conexiones como las que ofrecerá el 5G.

Este crecimiento permitirá que el tiempo de respuesta de la red, más conocido como tiempo de latencia, sea aproximadamente de 5 milisegundos, periodo que puede considerarse prácticamente como “tiempo real”, es decir, que lo que esté sucediendo en el otro punto de la red, podremos verlo o experimentarlo “en vivo”.

La nueva red permitirá dar paso a la Internet de las Cosas (IOT por sus siglas en inglés), que no es otra instancia que aquella que permite que los objetos estén conectados a la red.

En ese sentido, será cada vez más común que nuestros dispositivos y utensilios formen parte de nuestra red.

Por ejemplo, formarán parte de la red el vehículo, el refrigerador, la calefacción, la iluminación, la lavadora, el dispensador de alimentos para la mascota, el sistema de riego automático, la alarma de seguridad, incluso la tetera o la lámpara del dormitorio.  

Estimaciones preliminares sitúan en 20.800 millones de cosas que estarán conectadas a esta gran red.

En términos simples, no será extraño ver como los objetos “conversan entre ellos”, es decir, los vehículos se comunicarán entre sí y con los semáforos, además de las cámaras y GPS, así como  nuestro refrigerador o despensa lo hará con el supermercado o almacén de nuestra preferencia.

Cómo se puede desprender de los nuevos usos que se podrán generar a partir del 5G vemos que existe un gran impacto en las personas, pero sobre todo en la actividad económica, es sectores tan estratégicos como la salud, agricultura, manufacturero y automotriz.

Para el doctor Mauricio Rodríguez, Ingeniero Civil Electrónico de la UTFSM, esta nueva red “nos conducirá a un desarrollo científico tecnológico sin precedentes y acelerará la innovación en sistemas y aplicaciones. Para Chile sería relevante utilizar la red 5G para desarrollar maquinarias en minería capaces de comunicarse entre ellas de manera autónoma. Es decir, que la retroexcavadora trabaje autónomamente y se contacte con el camión tolva para que retire el material y luego lo deje en la planta de procesamiento: todo ello sin la operación de un hombre o una mujer”, señaló al programa Explora, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología Conocimiento e Innovación de Chile.

 

5G en Chile

Para que la implementación de esta tecnología sea posible en Chile, se hace necesario no sólo cambiar el teléfono o contar con objetos que permitan el uso del 5G, sino que se requiere se creen las redes previa adjudicación de licitación.

 En ese sentido, el pasado 17 de agosto, el presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció que llama a licitación del espectro de la tecnología 5G.

“#5GParaChile significa entrar al mundo digital de 5 generación, al Internet de las cosas, mejor calidad de vida de las personas y un gran aumento de productividad en el país” señalaba el mandatario en su cuenta oficial de Twitter (@sebastianpinera).

Tras este anuncio, los especialistas esperan que las operaciones de las antenas 5G en Chile deberían iniciar sus operaciones a más tardar a principios del 2022.

La situación en otros países no es muy distinta, a pesar de los anuncios ofrecidos en España, Estados Unidos o Suiza, donde, a juicio del exsubsecretario de Telecomunicaciones del segundo gobierno de la presidente Michelle Bachelet, Rodrigo Ramírez, en entrevista con Pauta.cl, señala que en dichos países “lo hacen sobre la versión 5G NSA (Non Stand Alone) que necesita apoyarse en infraestructura 4G ya desplegada por los operadores. La comunicación entre el móvil y la antena se realiza mediante protocolos 5G, pero el paso de datos siguiente, entre antenas y el resto de los elementos de la red, se crea mediante tecnología 4G. Esto permite superar la velocidad de las redes 4G, pero no permite desplegar todo el potencial del 5G. Es decir, un 4G enchulado”.

Brecha Digital y exclusión

Cómo es de esperar, la implementación de esta nueva y revolucionaria tecnología, no tendrá un alcance global, sino que su despliegue se concentrará en zonas altamente pobladas y atractivas comercialmente.

Según Ramírez, “las zonas rurales están hoy fuera del modelo de negocios. Hay un riesgo que el 5G los excluya aún más. Por lo que no hay que renunciar a continuar con la inversión en redes fijas de fibra óptica para el hogar, continuar con el avance de la red 4G, más aun que en Chile aún hay zonas que sólo tienen servicios 2G y 3G. Debe monitorearse el despliegue de las redes 5G con el fin de evitar una brecha digital mayor y perpetuar la desigualdad digital”.

El Covid-19 desnudó las tremendas diferencias que existen en nuestro país no sólo en cuanto a cobertura, sino también en torno a la velocidad de conexión a Internet, dejando al descubierto que el desarrollo territorial equitativo, en el plano digital, también es una tarea pendiente.

La nueva guerra fría

 

La implementación de la tecnología 5G supone adoptar un estándar que en la actualidad se disputan con grandes alardes China y Estados Unidos, ambos aliados comerciales estratégicos para Chile.

Al respecto, el encargado de negocios de EE.UU. en el país, Baxter Hunt, acusa que el gigante de las telecomunicaciones y principal fabricante de tecnología 5G en el mundo, Huawei, no es una empresa confiable “porque están bajo un gobierno autoritario como el Partido Comunista de China”. En tanto, la respuesta del embajador asiático Xu Bu no tardó en llegar y declara que “Estados Unidos siempre intenta imponer sus propios intereses sobre otros países” y eso es lo que está pasando ahora con el 5G. Aunque el jefe de la misión diplomática china confía que Chile tomará sus propias decisiones sin “interferencia extranjera”.

La razón de tan fuerte disputa tecnológica y comercial durante este 2020, se justifica pues el 5G es clave para la implementación del “Internet de las cosas”, revolución, que para algunos es una nueva revolución industrial.

Esta nueva forma de operar requerirá sistemas de seguridad reforzados, pues fácilmente se podrán alterar los sistemas productivos o dejar inoperativa la red de transportes.

La Unión Europea ha estado discutiendo sobre esto, buscando evitar que un estado extranjero interfiera sus redes. Por su lado, el gobierno del presidente Donald Trump presiona para que excluya a empresas como Huawei o ZTE de las nuevas redes, mientras que el gobierno chino busca que sus empresas participen en todas las licitaciones del mundo.

Al respecto, Chile debe tener su conversación estratégica y buscar una solución para su implementación, no descartando la búsqueda de una “neutralidad tecnológica” que podría darse al buscar una alianza con Japón para la carretera de la información.

¿Es riesgosa para la salud?

Existen voces que manifiestan en las redes sociales que las características técnicas de esta red requerirán de una gran cantidad de antenas repetidoras que permitan su alto tráfico y rapidez de datos. Serían estas antenas las responsables de generar un alto tráfico de radiofrecuencias en el aire que podrían ser perjudiciales para la salud humana.

El debate se ha dado en varios lugares del orbe y ha sido revisado por centenares de medios de comunicación, entregando información muy confusa.

Al respecto, para el neurólogo de la Universidad de Chile, PhD Pedro Maldonado, este temor es infundado. A su juicio, “unos pocos estudios han mostrado que el uso de dispositivos con alta intensidad de radiofrecuencia, como los teléfonos, pueden modificar ligeramente la actividad de algunas neuronas de nuestro cerebro. Sin embargo, no hay estudios que demuestren que la radiación que emana de todos los dispositivos tecnológicos tenga algún efecto negativo en nuestra salud o cerebro. No hay evidencia de que pueda gatillar algún tipo de complicaciones neurodegenerativas. El uso de estos aparatos hoy se considera seguro”.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, calificó a esta nueva tecnología como cancerígena de nivel 2b.

En 2006, la OMS publicó un artículo científico titulado “Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías inalámbricas”, donde analizan los posibles daños generados a partir de las tecnologías inalámbricas.

En sus conclusiones, el documento señala que “teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de RF procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud”.

En febrero de este año, los estudios de la OMS siguen sin concluir daños para la salud humana. “Dado que la tecnología 5G se encuentra en una etapa temprana de implementación, los estudios sobre la exposición a los campos de radiofrecuencia aún están bajo investigación”, señalan desde el organismo sanitario.

¿Será el fin de la privacidad?

Al momento de implementarse la red 5G, serán millones y millones de “cosas” que estarán conectadas en tiempo real a la gran red. Esto generará un gran debate respecto a la privacidad de los datos de las personas, ya que habrá una enorme cantidad de información personal circulando en la red y cada persona dispondrá de múltiples dispositivos conectados.

Sobre ello, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) identificó una serie de riesgos que existen en la actualidad que podrían verse exponencialmente incrementados con la ya mencionada nueva red, entre los que destacan la geolocalización precisa del usuario, el perfilado de decisiones automatizadas, sobreexposición a ciberataques y pérdida de control del usuario.

Es partir de ello, que la AEPD sugiere que las nuevas aplicaciones y servicios la normativa de protección de datos sea clara y comprensible, además de que se implementen mecanismos de transparencia y trazabilidad junto con definir roles y responsabilidades, delimitando las obligaciones de desarrolladores, fabricantes, operadores y agentes.

El organismo sugiere que se implementen medidas de control de los propios usuarios sobre sus datos personales, junto con garantizar comunicaciones cifradas de extremo a extremo, además de establecer las garantías necesarias en la transferencia de datos.

Red 1G – Permite llamada por voz

Red 2G – Permite envío y recepción de SMS

Red 3G – Permite conexión a Internet

Red 4G – Reproducción de videos y Streaming, además de realidad aumentada