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Ciencia

Publicado por Citerior Diciembre 8, 2018

“Desarrollo de la Computación en la UTSM: Una Mirada Retrospectiva Muy Personal”. (Extracto).

Por: Luis Salinas Carrasco

Profesor Titular del Departamento de Informática de la Universidad Técnica “Federico Santa María”

He tenido la suerte de acompañar –y de participar como actor por algunos instantes– el desarrollo de la Computación y la Informática en la UTFSM por más de 48 años. Tal como su título lo señala, esta nota resume algunos aspectos de mi apreciación personal –y subrayo el adjetivo personal– de este proceso, de modo que lo que aquí escribo no compromete la visión de institución alguna frente a los hechos relatados, ni frente a las reflexiones y opiniones que expreso.

El desarrollo de la Computación y la Informática en la UTFSM se imbrica de manera inextricable con la historia de la universidad. Ciertamente ha habido progresos. Hoy día el Departamento de Informática está más centrado en la disciplina y tiene menos resabios de otras áreas que la desvirtúan. Se han incorporado académicos jóvenes, con doctorados plenamente centrados en la Informática y la Computación, lo que hace abrigar buenas esperanzas de que la disciplina evolucionará siguiendo las corrientes principales de la Computación y la Informática en el mundo. La unidad alberga ahora las carreras profesionales de Ingeniería de Ejecución e Ingeniería Civil en Informática, con números de postulantes con buenos antecedentes, relativamente altos todos los años. En el postgrado, el Departamento cuenta con un programa de Magíster y otro de Doctorado, ambos acreditados, pero que permanentemente requieren del esfuerzo y la dedicación de los colegas para mantenerlos a la altura de los tiempos en el concierto universitario chilenos, al menos. Un papel importante en el desarrollo del postgrado en el Departamento, especialmente en el difícil campo de su administración y captación de recursos, le ha cabido a los colegas Don Héctor Allende y Don Raúl Monge. El Departamento de Informática se integra razonablemente bien hoy día en la comunidad chilena de Ciencia de la Computación. Participa en proyectos importantes que reúnen a varias universidades chilenas, tal como el NLHPC, liderado por el CMM de la Universidad de Chile, y también participa, en colaboración con el Departamento de Física de la UTFSM, en los experimentos del LHC del CERN, de Ginebra, Suiza, uno de cuyos objetivos es la detección del elusivo bosón de Higgs.

¿Por dónde podrá ir el desarrollo de la Computación y la Informática en el futuro previsible? Intentar prever el futuro es siempre una tarea muy desilusionante: las predicciones siempre fallan. Además, las predicciones siempre están sesgadas por la preferencias personales. Por cierto que la Computación y la Informática continuarán profundizando y extendiendo su interacción con casi todas las disciplinas que cultiva el intelecto humano (¿habrá otro?). La Computación de Alto Desempeño está llamada a continuar jugando el papel que ahora ya tiene en la Ingeniería y la Ciencia contemporánea. Pero esto no es el futuro. Es una realidad actual.

Si de avizorar el futuro se trata, con todo lo arriesgado que es, permítaseme mencionar sólo tres sectores por donde estimo que podría llegarnos el futuro.

Por cierto que el problema ¿P=NP? seguirá penando en la Ciencia de la Computación y la Matemática. Es demasiado fundamental como para pensar que desaparecerá pronto del horizonte de los problemas abiertos. El trabajo en este sector ciertamente fortalecerá los fundamentos abstractos de la Computación y nuestra comprensión de la Matemática.

La Computación Cuántica parece divisarse en el horizonte con más claridad que hace tan sólo unos pocos años. Las posibilidades que abrirá a la Informática son insospechadas, pero obligará a que una fracción, al menos, de los especialistas en Computación e Informática reciban una formación mucho más seria y sólida en Física, particularmente en Mecánica Cuántica, que lo que es usual en nuestros días.

Pero el área que probablemente impactará más profundamente en la Computación en los años venideros, será la Inteligencia Artificial. El problema es mucho más difícil de lo que aparecía hace algunos años. Las visiones casi de ciencia-ficción abundan en este ámbito. En los medios se lee y se escucha más y más a los gurúes futuristas proclamando el próximo advenimiento de la era de la IA real, no como ocurría con las falsas esperanzas del pasado. Uno de los futuristas más leídos es probablemente Ray Kurzweil, cuyo libro “La singularidad estácerca” (Viking, 2005) proyecta el advenimiento de la IA de nivel humano hacia 2029 (!), seguida de una radical transformación de la mente, de la sociedad y de la economía hacia 2045 (!). Kurzweil define la singularidad como un punto en el futuro donde los avances tecnológicos comienzan a ocurrir tan rápidamente que los seres humanos no los podrán seguir y quedan al margen de la corriente principal de desarrollo. La singularidad tendrá un efecto profundamente perturbador y revolucionario en la sociedad humana y en la vida diaria. Jalonará el fin de la historia humana tal como la hemos conocido. En lugar de los seres humanos normales, las formas dominantes de vida consciente en la Tierra serán la llamada inteligencia artificial fuerte (IAF) y los cyborgs, esto es, los humanos superlativamente perfeccionados mediante sistemas cibernéticos. La singularidad se habrá iniciado cuando se hagan realidad las IA’s auto-perfectibles, esto es, unos sistemas conscientes, enormemente inteligentes, capaces de rediseñarse rápidamente, a sí mismos y a sus descendientes para mejorar su desempeño.

Esto parece pura fantasía, pero precisamente este círculo de ideas ha dado origen al Institutode la Singularidad para la Inteligencia Artificial, en San Francisco, California, cuya misión se centra en el análisis racional y las estrategias racionales de los desafíos que enfrentará la humanidad a medida que (como especie) desarrollemos tecnologías cognitivas que excedan las actuales cotas superiores de la inteligencia humana. Aspira a corregir los errores y las exageraciones que circulan en el campo del futurismo y la filantropía, mediante la organización de congresos, la educación de los científicos y estudiantes de postgrado en el ámbito de la IA y su impacto social. Financia a científicos que realizan investigaciones originales que van desde el estudio de la racionalidad humana y la potenciación cognitiva hasta investigaciones fundacionales en la IA.

En un simposio sobre Astrofísica, Computación y Matemática avanzadas realizado en Pucón,  en Agosto de 2011, pude escuchar la exposición de un Profesor del célebre Instituto de Tecnología de California, Caltech, quien examinó en detalle la explosión de información en que actualmente vivimos. Es una singularidad similar a aquella de la visión de Kurzweil. Cada 18 meses la humanidad genera tanto o más conocimiento que en toda su historia, y el ritmo se acelera. Ya ni siquiera es posible apreciar una panorámica del conocimiento científico, ¡que comprenderla cabalmente, hace ya tiempo que es imposible para un ser humano individual! Hasta hace poco, la Ciencia avanzaba con base en hipótesis, que era necesario someter sistemáticamente a la falsación Popperiana. Lo que quedaba de ese escrutinio, era conocimiento científico, provisionalmente verdadero. Hoy, muchas ramas de la Ciencia progresan movidas por los datos y su escrutinio cuidadoso. Este es el caso de la Física de altas energías (por ejemplo, el diluvio de datos provenientes de los experimentos del Laboratorio Fermi, de Batavia, Illinois, o del Large Hadron Collider del CERN, de Ginebra, Suiza), o la Astrofísica, cuyos telescopios y antenas generan diariamente verdaderas cataratas de datos. Estos océanos de datos superan de lejos toda capacidad humana para procesarlos y extraer la información relevante. El Profesor del Caltech planteó sin ambages, que la comunidad científica tendrá que recurrir a la IA para aspirar a dar una organización y estructura a esos diluvios de datos, que los hagan comprensibles para los humanos.

FUENTE:

“Revista Bits de Ciencia del Departamento de Ciencias de la
Computación de la Universidad de Chile, Bajo Licencia
CC: BY-NC-SA”.