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Ciencia

Publicado por Citerior Febrero 17, 2021

Bacon y su Influencia en el Pensamiento Científico. (el conocimiento es Poder)

Redacción Portal Citerior

Los fenómenos históricos, culturales, científicos, religiosos, culturales en general se desarrollan en el marco de determinadas circunstancias que le confieren su sentido y significación. Esto es, su dinámica depende del contexto en que surgen y desaparecen.

La figura de Sir Francis Bacon, por tanto, hay que entenderla si le prestamos atención a los elementos y factores que constituyeron el marco referencial socio-político-cultural en el cual le correspondió desplegar su actividad vital.

En las postrimerías del s. XVI se estaba incubando la formidable trizadura que dio término al Renacimiento y empezó a edificar los cimientos de lo que se puede denominar hoy como la ´´época moderna”.

La reforma y la contrareforma daban cuenta del cisma profundo del mundo cristiano, separados ahora entre católicos y protestantes. La abdicación de Carlos V al Sacro Imperio atizó el conflicto de la fe y abrió la compuerta a la confrontación bélica, que desembocó en la guerra de los 30 años (1618-1648), zanjada en la Paz de Westfalia.

Occidente se deslumbraba con la aventura de Colón, que abría la visión del mundo, con todas sus implicaciones geopolíticas, y principalmente, comerciales. Esta apertura empezaba a tomar dimensiones en el ámbito del pensamiento, configurando los descubrimientos de Galileo el combustible necesario para diseñar la nueva mentalidad que emergía desde el cuestionamiento a las bases mismas del arquetipo aristotélico-tomista , imperante en todo el medioevo.

Se empezaba a cuestionar el origen divino del conocimiento, asestando a la fe, a Dios, una estocada profunda que,- tiempo después, se derramaría incontrolable de la mano de Baruch Spinoza y,- principalmente, a  través del radicalismo de Nietszche,  quién llegó a afirmar que Dios había muerto.

Por de pronto, la irrupción de la duda metódica cartesiana inauguraba el nuevo estado espiritual de la Europa en los albores del s. XVII. El imperio de la razón, como base del conocimiento, empezaba a encumbrarse por sobre el designio de la fe.

Descartes inauguraba el método racional deductivo para alcanzar el conocimiento verdadero de los objetos. Su duda elevaba el cogito a una dimensión que le confería el rango suficiente de certeza como para considerarlo como base fundamental para alcanzar el conocimiento absoluta del objeto.

Sostenía que el “método es necesario para la investigación de la verdad de las cosas”, aunque solo fuera,- finalmente,-  para justificar la existencia de Dios.

Bacon habitaba el mundo protestante anglosajón, inscrito en la corriente empirista. Sin desdeñar el método para alcanzar el conocimiento de las cosas ( su sistema de tablas de ausencia, presencia y grados descrito en su obra Novum Organum  refleja esa tendencia) , se inclina por la experimentación como evidencia para lograr el conocimiento ; fue el precursor del método inductivo.

Había en dicha postura un cambio, un giro en términos de repensar el sistema de pensamiento escolástico imperante, basado en la abstracción silogística aristotélica, en una concepción metafísica creada por el sujeto.

Bacon vislumbraba un sistema que buscaba ampliar el saber para poder aplicarlo. Se configuraba una nueva manera de observar los fenómenos de la naturaleza, esto es, que era necesario conocer a la naturaleza para intentar dominarla.

Se advierte entonces la emergencia de una nueva mentalidad. Hay que puntualizar que Bacon era un hombre “de Estado”, un político, protagonista de primera línea en parte de su vida pública. Llegó a ser Lord canciller de Jacobo I  y por tanto protagonista activo de su tiempo.

Enrique VIII había desafiado al poder eclesiástico al separar a Inglaterra de Roma, instalándose como Jefe Supremo de la iglesia anglicana. Esta circunstancia histórica pavimentó el futuro de Inglaterra, oponiéndola a los regímenes conservadores y absolutistas del continente, proclives a la tradición religiosa que limitaba el concepto de progreso al designio divino.

En ese escenario se desarrolla la influencia de este pensador, para quien “el conocimiento era poder”.